En viaje hacia el Cosmos

El 20 de octubre de 2016.

Queridos amigos,
Esta mañana, Hernán dejó su cuerpo y su vida terrenal para embarcarse en un viaje hacia el Cosmos.
Durante mucho tiempo, ha luchado como un guerrero con una fuerza espiritual y física en paralelo, a pesar de ser consciente de que ya no tenía la energía de un niño de veinte años, logrando ponerse de pie una y otra vez cuando fue golpeado.
Desafortunadamente, lo inevitable sucedió. Poco a poco su dolor comenzó a golpear más y más fuerte; se dio cuenta de que, no importa cuán fuerte sea un guerrero, no puede ganar todas las batallas.
Se fue con la serenidad y la calma que solo tienen los grandes Maestros, abrazados por su familia, algunos a su lado y otros lejanos.
Muchos de ustedes lo conocen gracias a los libros que escribió, donde transmitió mensajes de luz y amor. Y realmente era así: la luz y el amor.
La inocencia y la curiosidad en los ojos de un niño, la sonrisa sincera y auténtica de quien no usa una máscara y el gran corazón de los que aman y respetan.
Un hombre tan generoso de dejar las tierras de su Ancestro para venir a Europa, a fin de llevar su mensaje a través de libros y seminarios. Un hombre tan generoso que pasó la mayor parte de su vida ayudando a los necesitados. Un hombre tan generoso como para fundar y financiar “la Escuela de Vida y Paz”.
Un hombre tan valiente como para venir a Europa a hablar sobre el tabú de la sexualidad y el poder femenino.
Un hombre de infinita humildad, lleno de ideales y proyectos altruistas expresados ​​de manera simple y clara.
Un hombre que todavía quería vivir, porque sentía que aún no había terminado su deber espiritual, y tal vez depende de nosotros cumplirlo.
Un gran hombre, y los que lo conocieron lo saben.

Como familia fue esto y mucho más. Cada momento que pasé con él fue un privilegio para nosotros.
Ahora estamos listos para acompañarlo hacia su nueva aventura.
Gracias,
Su familia.